Es tan triste pero cierto. Este texto que rescaté de mis archivos, lo leí hace unos 8 años… tristemente, las cosas siguen igual o peor; una reflexión a manera de sátira acerca de como se va corrompiendo la iglesia de Jesucristo hoy en día.
Es tan triste pero cierto. Este texto que rescaté de mis archivos, lo leí hace unos 8 años… tristemente, las cosas siguen igual o peor; una reflexión a manera de sátira acerca de como se va corrompiendo la iglesia de Jesucristo hoy en día.
Uno de los temas más polémicos hoy en día tanto para cristianos como para inconversos es la homosexualidad.
Antes que nada definamos la postura del cristianismo al respecto:
Hoy en día, es muy triste ver como las iglesias (por lo menos en México) quieren crecer, pero únicamente de la tierra a unos cuantos metros hacia el cielo. Se enfocan en la edificación de templos hechos de piedra y cemento; pero descuidan los verdaderos templos del Espíritu Santo.
Hace tiempo rescaté este texto de facebook. No se el autor, pero me recuerda mucho lo que soy como cristiano.
No me llames cristiano si lo que tienes en mente es a alguien como NED FLANDERS. No me llames cristiano si crees que soy como Donald Trump. Si para ti ser cristiano significa ser de ultra derecha, entonces no lo soy, no soy cristiano. Si piensas que como cristiano tengo que odiar a los homosexuales entonces no soy cristiano.
Fuimos llamados a la gran comisión, no a la “gran sugerencia”, es decir… ese fue el último de los mandamientos que Jesús (Dios) nos ha dado:
Por fa, lee completa la entrada antes de hacer algún comentario, quizá la introducción haga que te persignes no es muy buena, pero el mensaje central es lo importante.
Hace algunos años antes de ser cristiano, recuerdo haber visto una película del afamado Keanu Reeves (Neo en Matrix), llamada Constantine.
Hace tiempo que quería escribir acerca de este tema pero hasta hoy he tenido la oportunidad.
La premisa es muy simple. Hay cristianos sin vergüenza temor de Dios que hoy en día roban a otras personas, la mayoría de ellos sin reconocerlo o sin querer verlo; sin embargo es uno de los 10 mandamientos que Dios le dio a Moisés en el monte Sinaí.